LOGROÑO,Sede de la Hucha Popular. presidente de la Hucha Popular 11-09-2015 MIGUEL HERREROS

LOGROÑO,Sede de la Hucha Popular. presidente de la Hucha Popular 11-09-2015 MIGUEL HERREROS

La Hucha Popular, que ha perdido el 50% de sus asociados en el último lustro, se renueva para reimpulsar su esfuerzo en favor de los necesitados.

Miguel Ángel Fernández Martínez Presidente de la Asociación Benéfica de Amigos de la Hucha Popular.

La Asociación Benéfica de Amigos de la Hucha Popular lleva 32 años al pie del cañón y aspira a salir de una cierta invisibilidad para seguir con la labor que mejor sabe hacer: ayudar a los necesitados.

– ¿A cuánta gente atiende en la actualidad la asociación?

– Aproximadamente a unas 200 familias, con lo que hablamos de entre 700 u 800 personas. Se estudia cada caso, si cobran el paro o algún otro tipo de ayuda, si hay alguna pensión… Se trata de demostrar de que esa familia realmente nos necesita.

– ¿De qué tipo de ayudas hablamos?

– Les entregamos vales del Simply, cuya cuantía oscila dependiendo del número de miembros de la unidad familiar. Tenemos vales mensuales de 30 y 50 euros que, evidentemente, deben ser destinados a la adquisición de productos de primera necesidad. La ayuda se concede por tres meses, prorrogable si no hay un cambio en la situación familiar. Además de los vales también entregamos algunos productos que nos envía el Banco de Alimentos, no de sus campañas sino de la partida procedente del FEGA. En algunas ocasiones también hemos dado dinero a algunas personas que no podían pagar el alquiler o el recibo de la luz o el gas.

– Se dice que con la crisis ha crecido la necesidad. ¿Lo han notado?

– Sí, sin duda, el incremento es evidente, calculamos que la demanda de ayuda habrá crecido en estos últimos años en un 45-50% y eso que todavía hay gente que por vergüenza no se atreve a llamar a nuestra puerta. La pena es que no llegamos a más, porque a la vez nuestro número de socios y en consecuencia nuestra recaudación de cuotas han caído casi en la misma proporción. Esta asociación cuenta con socios muy antiguos, personas de edades avanzadas que al fallecer, su puesto no es ocupado por sus hijos o nietos. Hoy somos 405 asociados, cuando hace cinco o seis años la cifra se elevaba hasta los 1.100. La pérdida de socios se traduce en una merma de ingresos vía cuotas, que oscilan desde un mínimo de 60 céntimos al mes hasta lo que se quiera.

– ¿Cuáles son las otras vías de ingresos de la entidad?

– Los donativos que nos entregan los ciudadanos de forma anónima a través de las cuentas bancarias que tenemos abiertas o en la propia sede.

– ¿Y ayudas públicas?

– No, ninguna. De momento no tenemos intención de tocar esa puerta, principalmente porque así consta en nuestros estatutos.

– ¿Cómo está a día de hoy la salud económica de la asociación?

– Bueno, ahora mismo está un poco precaria debido a la crisis, porque los donativos también han bajado. Pese a todo, no podemos sino alabar y agradecer la gran solidaridad de los riojanos y, en nuestro caso concreto de los logroñeses, que siempre nos apoyan muchísimo, especialmente en la campaña especial de Navidad.

– Sin embargo, mucha gente desconoce la labor de la Hucha Popular, en parte por el impulso que han tomado en los últimos años otras entidades de mucha mayor dimensión, como Cáritas o Cruz Roja.

– Sí, hablamos de entidades enormes que cuentan con ayudas públicas y tal vez nuestra labor se haya visto más silenciada, pero bueno, ahí seguimos y queremos recordar que nuestras puertas están siempre abiertas, de lunes a viernes, de 19 a 20 horas, para todos aquellos que puedan necesitar nuestra ayuda, como hemos hecho desde hace 32 años y como pretendemos hacer durante muchos años más.

– De hecho, ha renovado la junta directiva. ¿Cuáles son sus retos?

– Pues el principal, el que hablábamos, reflotar la asociación porque hay mucha gente que se piensa que la asociación está cerrada y que la Hucha Popular ya no funciona. Queremos adaptarnos a los tiempos actuales, modernizarnos y no renunciar a las nuevas tecnologías y a las redes sociales, que es lo que hoy mueve el mundo, para tratar de lograr que haya más personas que se involucren con la entidad. Todo ello sin renunciar a lo que mandan nuestros estatutos.

Fuente: Diario La Rioja